jueves, 24 de enero de 2013

A veces


A veces
renunciamos
a lo que más queremos
porque a veces
nos prohíben
lo que más deseamos
o porque nos dicen
que sólo a lo permitido
tenemos derecho.


A veces
nos exigen que claudiquemos
ante lo prohibido
aunque sólo a los humanos
se les prohíbe
lo que está prohibido.

Pero a veces decimos
que nuestra sangre es río
que nuestro pecho es volcán
que nuestro cuerpo es fuego...

Pero
¿quién le impide
a un río que se desborde?
¿Quién evita
que un volcán arroje llamas?
¿Quién le prohíbe
al fuego que calcine?

Y sin embargo
nos exigen
que seamos humanos 
y tenemos que ser humanos
para renunciar a todo
lo que está prohibido.

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